Desde Popayán el Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, rechazó los actos de violencia que ocurrieron en esa ciudad en las últimas horas, donde dos jóvenes fueron víctimas de delitos que terminaron con sus vidas.

Además, en la noche del viernes la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía fue totalmente destruida y la sede de Medicina Legal sufrió graves afectaciones.

“Frente al caso de la menor de edad fallecida cuya denuncia se hizo pública ayer, la Fiscalía envió dos fiscales a esta ciudad. Una de ellas experta en temas de género y con enfoque de niños, niñas y adolescentes, así como un equipo de Medicina Legal que recuperó la evidencia biológica para realizar y esclarecer lo denunciado por la comunidad. Así mismo, se ordenó una autopsia psicológica con el fin de determinar el contexto en el que ocurrieron los hechos”, dijo el Fiscal General al priorizar esta investigación.

“La muerte del joven Sebastián Quintero también será priorizada en las investigaciones, pero quiero recordarle a la ciudadanía de Popayán que no en este momento un Instituto Forense para poder hacer análisis sobre ese cadáver ni determinar ni esclarecer lo que ocurrió producto de la salvajada que se produjo el día de ayer en esta ciudad”, señaló el Fiscal.

El jefe del ente acusador rechazó los actos que terminaron con la total destrucción de la Unidad de Reacción Inmediata, en un claro acto de terrorismo contra la institucionalidad que afecta el servicio prestado a los ciudadanos.

El ataque a la sede de la URI

El balance preliminar frente a lo sucedido en la URI de la Fiscalía General arroja pérdidas cercanas a los 20 mil millones de pesos.

"Fueron destruidos los laboratorios forenses donde los investigadores científicos trabajaban en el esclarecimiento de los delitos que suceden en esta parte del país", indicó la entidad.

También resultaron afectadas en su totalidad las oficinas para la atención integral de víctimas de violencia intrafamiliar, de violencia sexual, las dependencias en las que son atendidos casos contra los niños, niñas y adolescentes, constituyéndose así en un ataque a la Fiscalía, y que atenta de igual manera contra las víctimas.

En medio de los desmanes fueron incendiados 9 vehículos; 6 motocicletas, decenas de equipos de cómputo e impresoras. Además, fueron hurtadas armas y munición de los armerillos; y fue extraída cocaína y marihuana que había sido incautada en operativos contra el tráfico de estupefacientes.

“En este punto destruido continuará el proyecto de construcción del Bunker de la ciudad de Popayán que se entregará a la ciudadanía en el año 2023. Estamos presentes y continuamos garantizando, con dificultades que iremos superando, nuestra función de administrar justicia en esta ciudad”, reiteró el Fiscal.

“Este ataque material no implica solamente un ataque a la Rama Judicial, sino a toda la ciudadanía de Popayán”, finalizó el Fiscal General.